La dieta cetogénica o “Keto”, actualmente es una de las dietas más populares, ya que puede hacer que las personas bajen de peso de una manera rápida y efectiva.
Inicialmente, esta dieta se usó como una alternativa terapéutica para tratar algunos estados epilépticos en las personas.
Pese a la efectividad que ha tenido esta dieta para perder peso, aún se desconocen los efectos que puede tener a largo plazo.
Por eso se recomienda la evaluación del plan alimenticio con un nutricionista por seguridad.
La dieta keto, básicamente se centra en una baja ingesta de carbohidratos y un consumo mayor de grasas, especialmente de origen animal y sin restricciones.
Para el organismo, los carbohidratos son la principal fuente de energía a partir de su degradación, para que todo funcione de manera adecuada.
Con la dieta cetogénica, se obliga a que el cuerpo busque otra alternativa para obtener esa energía que el organismo necesita.
Según lo anterior, las células optan por tomar la energía de la grasa, y esto es posible gracias a un proceso metabólico llamado “cetosis”, por esto el nombre característico de la dieta.
Al tener una dieta basada en bajas cantidades de carbohidratos, las grasas consumidas y acumuladas son usadas por el organismo para obtener energía y a la vez eliminarla del cuerpo.